Junto al agua de riego, la planta necesita satisfacer sus necesidades nutritivas para evitar limitaciones en su desarrollo y fructificación. Para obtener altas producciones, es necesario seguir de cerca el estado nutricional de las plantas y corregir las desviaciones siempre que sea necesario. 

La fertilización tiene como objetivo satisfacer los requerimientos nutritivos de la planta cuando estos no sean aportados en los momentos y cantidades necesarias por el suelo. Los suelos presentan una gran variabilidad respecto a sus características físico-químicas y de fertilidad. Así mismo, las necesidades nutritivas varían según la edad y los estados vegetativos dentro del ciclo anual (figura 1) y los niveles productivos del árbol.

La planificación del abonado en el almendro, al igual que en el resto de cultivos leñosos, se ha de basar en el diagnóstico del estado nutritivo de la planta, debiéndose de complementar con una serie de informaciones o referencias, como son: características del suelo, sintomatología que presente la planta, estados vegetativos y productivo, y manejo del cultivo.

En la tabla 1 se indica el abonado medio recomendado para las distintas especies de fruta dulce y el almendro.

Tabla 1. Abonado recomendado para distintas especies de fruta dulce y almendro (kg/ha). Fuente: Guía practica de la fertilización racional de los cultivos en España

En la tabla 2 se especifica la distribución de las necesidades totales de nutrientes del cultivo en cada fase o período de desarrollo.

Tabla 2. Distribución temporal de las necesidades de nutrientes del cultivo (%) Fuente: Guía práctica de la fertilización racional de los cultivos en España

Vigilancia del estado nutricional de los árboles

Durante la vida de la plantación es deseable evaluar periódicamente los niveles de elementos minerales en el suelo y en el árbol. Para ello es recomendable realizar análisis de suelo y foliar. 

Los análisis de suelo se realizarán sobre muestras representativas de la parcela. La periodicidad para realizar este tipo de análisis es cada 3-5 años. 

El análisis foliar es el mejor método para diagnosticar el estado nutritivo del árbol. Permite detectar niveles bajos de nutrientes antes de que se observen síntomas de deficiencias, establece la respuesta al abonado aplicado y detecta las toxicidades por cloro, boro y sodio. Para la interpretación de análisis foliares se compara con los niveles de referencia de cada uno de los elementos nutritivos. Los momentos recomendados para hacer análisis foliares en almendro y frutales de hueso son dos, uno finales de abril, otro a final de Julio. 

Para determinar los niveles de Boro se realiza, en el caso del almendro, análisis de capota. En caso de déficit, su aplicación es foliar y se hace después de la recolección, a mediados de septiembre. 

El análisis del suelo permitirá conocer el estado de los elementos minerales en el mismo, y el análisis foliar permite revelar la forma en que el árbol los utiliza en función de las condiciones de cultivo. El conocimiento de ambos, permitirá:

Desde Nutalia Agroconsultores se realiza asesoramiento técnico en fertilización, con la recomendación de planes de abonado personalizados. Se considera cada caso de forma independiente, teniendo en cuenta los requerimientos de cada explotación. De esta forma, nuestro objetivo es mejorar la productividad y optimizar el aporte de nutrientes, contribuyendo en la sostenibilidad y la eficiencia.